Un chofer de la línea 543 fue el héroe de la jornada del sábado cuando le salvó la vida a una nena de un año y ocho meses que se había atragantado al tomar la teta en pleno viaje.
El colectivo se encontraba a la altura de Lomas de Zamora cuando Diego Francisco Cioffa (43) advirtió por el espejo retrovisor que Ludmila González (26) y Leandro Valenzuela (26) pedían ayuda con Mailén desmayada en brazos.
Sin dudarlo, el conductor se acercó a la familia y le practicó reanimación a la pequeña, que tenía palpitaciones y pulso débil.
“Parecía una muñeca de trapo. Me di cuenta de que sus papás no sabían qué hacer y actué sin pensar; había que salvarla”, sostuvo el conductor en diálogo con los medios luego del episodio.
Tras lograr que Mailén vomitara leche y recobrara la respiración, Diego la bajó del móvil para que tomara aire mientras le hacía masajes en el pecho y controlaba que no convulsionara.
A los pocos minutos arribaron al lugar los paramédicos y la beba fue trasladada al Hospital Gandulfo, donde se mantuvo internada hasta la madrugada por su seguridad.
El colectivero logró salvarle la vida gracias a un curso de primeros auxilios que realizó a los 18 años, cuando sacó el registro profesional. Y no es la primera vez que se involucra en casos de esta naturaleza durante sus jornadas de trabajo. “Espero que la difusión sirva para generar consciencia. Como sociedad tenemos que estar atentos”, remarcó.
Transcurrido el hecho, Diego llamó al 911 para corroborar qué había sucedido con la nena. Al mismo tiempo, Ludmila se comunicaba con la empresa de colectivos para dar con Diego. “Él no sólo salvó a mi hija, también salvó mi vida”, expresó la joven.