Desde esta organización sindical reclaman «una rentabilidad digna para el servicio de carga y piden «no pagar por la plataforma de la tarjeta», a la vez que denuncian la existencia de «un monopolio» en la venta de la SUBE.
«Hoy, la carga de la SUBE es perder plata para el kiosquero», aseguraron desde UKRA, al afirmar que existe «un desequilibrio» entre los gastos y los recursos que emplea el sector para brindar el servicio y las escasas ganancias que se obtienen.
En la actualidad, los kiosqueros recibe un 0,5% de los montos de las cargas que se efectúan en la SUBE.
Con esta medida de protesta, esperan lograr un aumento en ese porcentaje.