Velan los restos de la niña de 9 años asesinada por delincuentes en un intento de robo

El velatorio se realiza en Lomas de Zamora. Por el crimen fue aprehendido un sospechoso que será indagado, mientras que los investigadores buscaban a otros tres que ya estarían identificados. 

Los restos de Umma Aguilera, la niña de 9 años que fue asesinada de un balazo en la cabeza por delincuentes durante un intento de robo en el partido de Lomas de Zamora, eran velados en una cochería de la localidad de Banfield.

El velatorio se lleva a cabo desde las 8.30 de este martes en una cochería situada en Zapata 98, de la localidad bonaerense Banfield, y se prevé que a las 15.30 el cotejo fúnebre traslade los restos de Umma al cementerio de Lomas de Zamora para su inhumación.

Por el crimen de la niña, hija de una pareja de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), el lunes por la tarde fue aprehendido un sospechoso de 22 años y con antecedentes penales, quien será indagado el miércoles por el fiscal que interviene en la causa, Pablo Rossi, adelantaron a Télam fuentes judiciales.

Fuentes judiciales y policiales detallaron a Télam que a raíz del ataque Umma sufrió una herida de bala en la nuca y otra en una de sus manos, por lo que fue primero trasladada de urgencia al hospital Gandulfo y luego derivada en un helicóptero al hospital Churruca, donde permaneció internada con pronóstico reservado hasta que falleció.

Cuando la policía llegó al lugar del hecho, entrevistó a su madre, también integrante de la PFA, quien aseguró haber sido testigo de lo ocurrido, ya que se encontraba cerrando el portón del garaje cuando tuvo lugar el intento de robo.

La investigación está a cargo del fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 18 de Lomas de Zamora, Pablo Rossi, quien se hizo presente en el lugar de los hechos y pidió un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona.

A partir de las primeras diligencias, los pesquisas secuestraron el Toyota Corolla negro abandonado por la zona y determinaron que había sido robado poco antes del crimen a un comerciante de Villa Fiorito, de nombre Ariel, quien fue interceptado por cuatro ladrones.

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