El paro de trenes tuvo alto acatamiento y hubo largas filas en las paradas de colectivos

La Fraternidad llevó adelante desde la medianoche la protesta que afectó a todo el servicio ferroviario. El secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, confirmó que «fue insuficiente» la propuesta salarial del Gobierno y «se pasó a un cuarto intermedio» hasta el martes.

Los trabajadores del Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad, que lidera Omar Maturano, realizaron desde la hora 0 de este miércoles un paro de 24 horas ante «la totalmente insuficiente e irrespetuosa» propuesta del Gobierno de aumento salarial del 12% y, a diferencia de otras ocasiones, las autoridades no dictaron la conciliación obligatoria para neutralizar la medida que fuerza, que afectó a centenares de miles de usuarios del ferrocarril.

En ese contexto, los gremios del sector-La Fraternidad, Unión Ferroviaria (UF) y las Asociaciones de Señaleros (ASFA) y del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos (Apdfa)- negociaron de forma infructuosa en el ministerio de Trabajo la continuidad de la paritaria, rechazaron ese 12% y aceptaron un cuarto intermedio hasta el martes próximo.

La huelga nacional afectó el servicio ferroviario -a excepción de los traslados de larga distancia a Rosario, Mar del Plata, Tucumán y Córdoba-, en demanda de «una urgente recomposición salarial».

Maturano, exsecretario de Empleo de la CGT y titular de la Unión General de Asociación de Trabajadores del Transporte (UGATT) -la Confederación paralela de los gremios del transporte- sostuvo en conferencia de prensa que el reclamo ferroviario de aumento salarial obedece a «lo perdido por los trabajadores por el aumento de los índices del proceso inflacionario«, y responsabilizó por el paro nacional al Gobierno del presidente Javier Milei, que decidió «no decretar la conciliación de ley».

El sindicalista también exhortó a la conducción de la CGT a convocar a una nueva huelga nacional «en rechazo de las medidas económicas oficiales, lo que es ya reclamado por la sociedad y, en especial, por la clase media», y rechazó «la ausencia de una propuesta seria por parte del Gobierno ante el actual proceso inflacionario que afecta al país».

«Los gremios no están exigiendo un aumento sino una recomposición por lo perdido por el poder adquisitivo a partir de la inflación. Es decir, se trata de una actualización salarial», dijo Maturano, quien denunció que el Gobierno «está llevando al país hacia un caos total».

Para el sindicalista, el Gobierno procura que «esa libertad de la que habla, que no se sabe si es liberalismo, neoliberalismo o algo libertario, lleve a un 80% de pobres y a un 20% de ricos, como ocurría de forma previa a 1943, por lo que se impone un paro de la CGT», dijo.

El ministerio de Trabajo criticó la medida de fuerza de La Fraternidad y sostuvo que «no se entiende y significa una mala fe negocial porque está de forma plena vigente la negociación paritaria», y dijo que ya se otorgó un 16% de aumento a principios de mes sobre los haberes brutos.

Maturano rechazó que el Gobierno no haya aplicado para las partes la Ley 14.786 de conciliación obligatoria y explicó que esa norma obliga a debatir durante 15 días hábiles, prorrogables por otros 5, en procura de alcanzar acuerdos en presencia del Estado.

«El Gobierno no puede desconocer una ley que defiende a los usuarios y determina un método conciliador, por lo que su actitud y decisión viola la paz social y los derechos constitucionales y agravia a ciudadanos y trabajadores ferroviarios en general», aseguró.

Maturano exaltó «el elevado acatamiento nacional al paro general» y dijo que la protesta constituyó «un ejemplo de los trabajadores organizados», en tanto la huelga impactó de lleno en las extensas filas de pasajeros y en las demoras en las paradas de colectivos.

Los cuatro gremios ferroviarios reclaman una actualización salarial para sostener el poder adquisitivo de los ingresos durante el período paritario marzo 2023-abril 2024.

El titular de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, calificó este miércoles como «insuficiente» la propuesta salarial oficial y confirmó el cuarto intermedio para las 11.30 del martes próximo.

«Los funcionarios presentaron una propuesta insuficiente, pero existe buena fe para continuar negociando. El reclamo de aumento salarial se fundamenta en la equiparación salarial por la inflación de enero del 20,7%, aunque se ofreció solo un 12%. Los gremios son optimistas respecto de la posibilidad de recibir una mejor respuesta el martes», afirmó.

Sin embargo y, no obstante la intención dialoguista de los gremios, Maturano adelantó que La Fraternidad aguardará el resultado del encuentro del martes próximo en Trabajo para evaluar «los pasos gremiales a seguir», y ratificó, al mediodía, la continuidad de la medida de fuerza hasta la medianoche.

Para Maturano, el Gobierno «le volvió a faltar el respeto a los trabajadores y a los gremios», y rechazó «las amenazas del vocero presidencial Manuel Adorni de que los responsables de haber convocado a la medida de fuerza sufrirán las consecuencias».

«El Gobierno nos faltó otra vez el respeto, como la semana pasada ocurrió con la CGT. Los empresarios privados no asistieron al encuentro en Trabajo. El oficialismo reconoció que la nueva política es no aplicar conciliaciones obligatorias, lo que no preserva la paz social de los argentinos. Las medidas económicas impactan sobre todo en los salarios más bajos y nadie llega a fin de mes. Pero no se pretende que se produzca una convulsión social de una magnitud que haga retroceder a 2001», sostuvo Maturano.

Para el dirigente, la CGT debe encabezar un plan de lucha para que «la situación no se desmadre, por lo que tiene que ponerse al frente de todos los sindicatos, ya que la única oposición es hoy la central obrera, porque eso no existe en los partidos políticos», dijo.

Adorni rechazó el paro al considerar que aún «estaba abierta» la discusión salarial en el transporte, y advirtió que el Gobierno «estudia» qué medidas aplicar ante la protesta para que existan «consecuencias» por interrumpir un servicio para millones de personas.

Para el funcionario, las medidas oficiales alcanzarán a la totalidad de «los responsables» de la huelga, porque «no fue convocada contra el Gobierno sino contra la gente»; dijo que «el sindicalismo debería bregar por los reales intereses argentinos» y señaló que el gremio de Maturano «de fraternal no tiene nada porque dejó a un millón de personas a pie».

«Los dichos de Adorni no merecen respuesta. Son incontestables. Es un funcionario que culpa al Gobierno anterior de los mosquitos, entre otras cosas», concluyó Maturano.

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