Una fiscal pidió este miércoles que se condene a la pena de prisión perpetua a un hombre de 46 años al que acusó de haber drogado, secuestrado, violado y estrangulado a la adolescente Anahí Benítez, cuyo cadáver fue hallado en 2017 en la reserva Santa Catalina de Lomas de Zamora, mientras que solicitó la absolución del otro imputado en el caso, Marcos Bazán, sobre quien afirmó que es “absolutamente inocente”.
El requerimiento de la fiscal Marisa Monti de pena máxima recayó sobre Marcelo Villalba (46), a quien consideró culpable de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada”, “robo”, “homicidio triplemente agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” (femicidio)”, y de “abuso sexual agravado por acceso carnal”, en perjuicio de Anahí Benítez (16).
Por otra parte, la representante del Ministerio Público descartó que Bazán haya participado en el hecho y ligó su incriminación con la participación del adiestrador de perros Diego Tula, cuyo peritaje fue cuestionado por la falta de “rigor científico”.
El alegato de Monti ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora comenzó pasadas las 12.30 e hizo una reconstrucción histórica de los hechos previos al asesinato de la adolescente.
“Anahí salió de su domicilio el 29 de julio de 2017 a las 17.30. A unas cuadras de allí, fue interceptada por Marcelo Villalba, quien la priva ilegalmente de la libertad mediante la utilización de violencia física para luego proporcionarle narcóticos con el fin de continuar el cautiverio”, relató la fiscal.
Los acusados
A continuación, Monti sostuvo que Villalba la tuvo secuestrada hasta el 3 de agosto, donde le suministró una droga psiquiátrica y abusó sexualmente de ella “valiéndose de su fuerza física y del estado narcotizado de la joven, que no le permitía consentir libremente la acción”.
Finalmente, acusó al hombre de 46 años de ”trasladarla a la reserva de Santa Catalina creyéndola fallecida”, donde “decide matarla, valiéndose para ello no solo de su fuerza física sino también del estado de indefensión de la víctima en virtud de su narcotización, actuando sobre seguro”.
Finalmente, acusó al hombre de 46 años de ”trasladarla a la reserva de Santa Catalina creyéndola fallecida”, donde “decide matarla, valiéndose para ello no solo de su fuerza física sino también del estado de indefensión de la víctima en virtud de su narcotización, actuando sobre seguro”.
Siguiendo en su presentación, la cual se extendió a lo largo de dos horas, Monti desestimó acusar al otro imputado, Marcos Bazán (39), quien había sido condenado por este hecho a la pena máxima en junio de 2020 en un primer juicio por el caso, que luego fue anulado por la Sala I del Tribunal de Casación Penal bonaerense.
De esta manera, la fiscal consideró que “Bazán es absolutamente inocente” y manifestó tener la “certeza de la absoluta ajenidad” del acusado, tanto como coautor del crimen o partícipe secundario.
“Claramente se prueba la inocencia de Marcos Bazán en las conductas que le fueron imputadas. No comparto el análisis realizado por quienes me precedieron en el rol”, afirmó Monti, que basó su solicitud en las pericias odoríficas realizadas por el adiestrador de canes Diego Tula, a las cuales consideró “de ningún rigor científico”.
“Al preguntarle los protocolos, Tula no habló de ninguno de ellos y refirió simplemente que él conocía a su perro. No pudo aportar ningún dato de lo que estaba sucediendo con el can Bruno más allá de una cuestión de fe”, precisó la fiscal.
En ese sentido, la representante del Ministerio Público destacó que “no se realizó cadena de custodia” sobre los elementos de Anahí incautados por el instructor Tula para que Bruno pudiera tomar su olor.
“Cuando se tomaron las muestras de olor del cuarto de Anahí Benítez, era la tercera vez que se inspeccionaba el lugar. Todas ellas fueron sin ningún tipo de protección para evitar que se contamine el lugar. Allí, no se siguieron los pasos de cualquier muestra de tipo científico ya que la ropa de Anahí no fue preservada por la policía científica y se metieron en unas bolsas de Tula hasta el otro día, momento en el que se realizó el procedimiento” argumentó Monti.
Luego, la fiscal indicó, a partir de la declaración de especialistas durante el juicio, que “el perro fue inducido por Tula a lo largo de los procedimientos”.
“El perro ladraba cuando era positivo y cuando era negativo. Un especialista dijo en este debate que eso se debía a un mal entrenamiento del perro y dejaba todo a la interpretación del guía. También hicieron mención a la correa corta del can. Al tener la correa corta, el guía tiene el poder del perro, induciéndolo”, detalló.
El segundo juicio por el femicidio de Anahí Benítez comenzó el 1 de marzo en los tribunales de Lomas de Zamora, donde Silvia Pérez Vilor, la madre de la víctima, fue la primera testigo en declarar.
Mientras tanto, el 29 de marzo el imputado Bazán declaró ante los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo y negó su participación en el asesinato de Anahí.
El caso
Anahí Benítez (16) fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.
La autopsia determinó que fue estrangulada, que le habían suministrado drogas y que, en esas condiciones, había sido abusada.
A raíz de las pruebas, ahora refutadas por la fiscal Monti, Bazán había sido condenado a prisión perpetua considerado autor del crimen.
Sin embargo, en diciembre de 2021 los camaristas Daniel Carral y Ricardo Maidana anularon la sentencia y ordenaron la realización un nuevo juicio oral junto con Villalba, quien en esa ocasión dejó de ser juzgado en la segunda audiencia porque se concluyó que era un “psicótico” que no estaba en condiciones de estar en el debate.