Por primera vez, se conmemora el Día de Lucha contra la Violencia Institucional

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Con distintas actividades educativas y culturales, se conmemora hoy el Día Nacional de Lucha contra la Violencia Institucional, instituido por ley el año pasado. La fecha está vinculada con un nuevo aniversario de la Masacre de Budge, un emblemático caso de gatillo fácil en el que tres jóvenes fueron asesinados por tres policías, quienes finalmente fueron condenados.
  Hoy por la mañana, a las 10 hs., la seccional Lomas de Zamora del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (SUTEBA) realiza un acto conmemorativo del Día de Lucha contra la Violencia Institucional en la Escuela Media 22, ubicada en Campana 1216, Fiorito.
 Esa actividad se realiza en conjunto con la Campaña contra la Violencia Institucional, que tiene una sede en Lomas de Zamora.
 En tanto, la ley aprobada en el parlamento – autoría del diputado del Frente para la Victoria Leonardo Grosso – propone la realización de actividades de reflexión y debate sobre la problemática de la violencia institucional en las escuelas de todo el país.
 En el marco de esta conmemoración, ayer por la tarde, se proyectó un documental sobre la Masacre de Budge, en el Centro Cultural “Patria Grande”, ubicado en Campana y Claudio de Alas, en Budge.
 Además, se prevé la realización de un acto, el próximo sábado 10, en horas del mediodía, en Figueredo y Guaminí, la esquina en donde fueron asesinados los tres jóvenes de la Masacre de Budge. En ese encuentro se recordará a las víctimas y el caso, ocurrido en mayo de 1987.
 El 8 de mayo de 1987, a las siete de la tarde, tres suboficiales de la Policía acribillaron a balazos a tres amigos que conversaban y tomaban una cerveza en una ochava con una rejita de herrería, en la esquina de Guaminí y Figueredo. A tres cuadras del ex Camino Negro y a tres del Riachuelo, en Ingeniero Budge.
La Masacre de Budge inauguró una etapa: fue el primero de este tipo en los años iniciales de la democracia. Y por primera vez un barrio se movilizó con decisión para reclamar justicia. Fue en Budge donde el «gatillo fácil» empezó a llamarse así.
Agustín Olivera era el más grande de los amigos. Tenía 26 años. Le pegaron 12 balazos, siete en la espalda. Roberto Argañaraz, dos años menor, recibió 10 balazos. Y siete tiros mataron a Oscar Aredes, el más chico, de 19. El suboficial mayor Juan Ramón Balmaceda y los cabos primero Isidro Romero y Jorge Miño repitieron lo mismo desde el primer minuto: que todo ocurrió durante un tiroteo.
 No obstante, debieron realizarse dos juicios orales y públicos para demostrar que se había tratado de tres homicidios. Sólo después de estar un tiempo prófugos , los ex policías fueron detenidos.

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