David Ayala y Jonathan Enriquez fueron encontrados culpables por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, por la muerte de Johanna García y Ezequiel Galarza. Al primero le pesará una condena por “homicidio” y a Enriquez por “encubrimiento agravado”.
Johanna García y Ezequiel Galarza estaban mirando como dos bandas se enfrentaban a golpe, en inmediaciones del boliche Petrus, cuando desde un auto que pasaba por ahí abrieron fuego contra la multitud, en la esquina de El Olimpo y Sáenz, Ingeniero Budge. El episodio ocurrió el 1 de abril de 2013.
Ayala fue señalado como el autor material del doble crimen, mientras que Enriquez es quien manejaba el vehículo.
El fallo se dará a conocer el viernes a las 10, en el TOC 9. Durante la lectura, se conocerá la pena aplicada para los condenados.
En diálogo con Info Región, el abogado querellante, Gustavo Mendieta, adelantó que una vez que se dicten las sentencias, apelará ante la Cámara de Casación. Es que debido a las carátulas adelantadas por el tribunal, se deduce que Ayala le pesará una pena de entre 8 y 25 años, mientras que Enriquez podría pasar entre 3 y 6 años en prisión.
“Voy a agotar todas las instancias hasta que estemos conformes”, expresó. “Voy a defender la pena que pedí en los alegatos, porque queremos la cárcel efectiva para ambos”, completó el letrado.
En la primera audiencia, declararon varios testigos, pero los dichos más importantes se escucharon en la tercera y cuarta jornada. En la previa a esas dos, la defensa de uno de los acusados intentó impedir la declaración de dos hermanos de uno de los imputados, pero el tribunal rechazó la solicitud.
Cuando, finalmente, declararon los hermanos Enriquez, complicaron la situación de Ayala, al señalarlo como el que disparó. Además, en esa misma audiencia Daniel Maximiliano Galeano dijo que durante la noche del ataque, pudo ver cómo una persona sacaba su brazo por la ventanilla trasera del lado del conductor y efectuó “entre cuatro y seis disparos” a la multitud. La pregunta que vino después fue si pudo reconocer a esa persona, y dijo que se trataba de Ayala.
En la última jornada del juicio, en tanto, uno de los testimonios indicó que el disparo venía desde el auto, pero no desde el centro. Ezequiel Velis señaló que el tirador “cruzó su brazo derecho y sacó la mano por la ventanilla”, dichos en los que la defensa de Ayala se apoyó para hablar de “la inocencia” del acusado. En lo que sí coincidió con el resto de los testigos es que eran cinco personas las que viajaban en el Ford Sierra.