Barrera cerró su mini torneo como entrenador de Los Andes con un triunfo en Mataderos, y así, luego de dos empates y dos victorias, convenció a los dirigentes para quedarse.
El «Milrayitas» superó a Chicago por 1-0 con gol de Paschetta en contra tras un tiro de Linas. 30 puntos y primer objetivo cumplido.
La salida de De La Riva parecía ser un dolor de cabeza para los dirigentes que luego de sucesivas caídas, tenían que buscar un «bombero» para que cierre de la manera mas decorosa el torneo, y luego ponerse a trabajar en la búsqueda del entrenador para la temporada venidera.
Pero Marcelo Barrera les solucionó ambos problemas. Atendió el llamado, se puso a trabajar de inmediato, armó un equipo para el encuentro frente a Villa Dálmine, sacó un empate 3-3, comenzó en pocos días de entrenamiento a plasmar su idea, y cerró este certamen invicto, con dos paridades en el Gallardón, y dos festejos fuera de casa, ante Ferro, y la de este sábado contra Nueva Chicago por 1-0. Esto le posibilita sacar el boleto para armar el plantel, trabajar en la pretemporada y comenzar como el capitán del barco en la temporada 2016-2017.
Las modificaciones primero fueron desde lo motivacional y la intención. Les impregnó una idea, que en la primera imagen parecía osada, con mucha gente en ofensiva, pero un tanto desbalanceada.
Pero a partir de Ferro, el equipo se acomodó defensivamente, supo aprovechar las chances, y sacó siempre buen rédito.
Un equipo que cuando pudo jugar en este mini torneo de cuatro encuentros lo hizo; cuando debió ponerse el overol fue utilitario; usó juveniles, potenció algunos jugadores que venían un tanto relegados, de bajo rendimiento (Britez Ojeda, Ramirez) y cosechó 30 puntos, para hacer el famoso colchón y pensar en el campeonato venidero con mas tranquilidad.