Esta mañana, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tenía pautada una visita al Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora junto a la ministra de Salud, Zulma Ortiz, y el director provincial de Hospitales, Leonardo Busso, para supervisar el avance de las obras que se está llevando a cabo en el edificio. Sin embargo, al arribar se encontraron con un escrache por parte de vecinos y trabajadores del nosocomio.
Los reclamos, especialmente de parte de los empleados afiliados a Cicop y ATE que día a día se desempeñan en distintas funciones dentro del hospital, fueron por las condiciones dentro de las reuniones paritarias que viene realizando desde el sector con el ejecutivo. Por su parte, se sumaron varios gritos por parte de los vecinos que van desde pedidos de seguridad hasta el conflicto que tiene la provincia con los docentes.
Marcela Linaza, presidenta de Cicop Gandulfo afirmó que “sabíamos que estaban por venir, pero no debe haber avisado porque tenían temor a que ocurriera lo que finalmente pasó. Nos enteramos esta mañana, me comuniqué con mi compañera de ATE, para ver si ellos tenían pensado algo para hacer algo en conjunto como solemos hacer frente a algún reclamo y determinamos hacer una nota”.
En esa misma línea, agregó que “no fue algo muy organizado, pensábamos presentar la misma que nota que le entregamos el año pasado con todos los reclamos, más los descuentos por los días de paro que ya nos habían hecho. Entonces fuimos a llevarles el petitorio y ahí empezó todo un revuelo de vecinos, de familiares y pacientes que le gritaban, había gente enardecida diciendo que se le iba a morir el marido y el IOMA no le cubría las drogas”.
La tensión creció con la recorrida de la gobernadora y los funcionarios por los pasillos del hospital, a tal punto que cada vez más personas se sumaban al escrache para mostrar su descontento. En medio de los gritos, Vidal, Ortiz y Busso quedaron encerrados en el medio de la gente, por lo que la seguridad decidió subirla al segundo piso del edificio para calmar las aguas.
Para finalizar, la presidenta de Cicop concluyó que “hubo distintas reacciones, algunos compañeros consideran que es una falta de respeto, muchos decían que fue armado. Pero lo que les salió mal fue que se encontraron con los reclamos de la gente. Quieren cerrar el servicio de salud mental porque no tenemos psiquiatra, así que escuchó todos los reclamos que se le pueden hacer desde Cicop pero a través de la gente”.