Los Andes le ganó con autoridad 2-0 al Deportivo Morón, superándolo en los 90 minutos, aun teniendo que jugar mas de un tiempo con un hombre menos por la expulsión de Franco. Segovia a los 8 minutos y Soriano a los 24 del segundo los goles
El primero fue a partir de un rebote en el área que definió el ex Atlanta con un soberbio zurdazo. El “Pollo” hizo estallar al Gallardón con una gran jugada que la decoró luego de estrellar la pelota contra el travesaño.
Los inicios del campeonato siempre tienen esa expectativa de que sean con el pie derecho en cuanto al resultado, para luego comenzar a ir de menor a mayor en el rendimiento, sacarse de a poco las cargas de la pretemporada, y plasmar la idea de juego trabajada en la preparación
Para este Los Andes, este debut no solo fue fructífero en el marcador, y los tres puntos que dejó en Lomas de Zamora, sino que además se vio una ideología, superó a su rival de manera colectiva durante todo el encuentro, tuvo picos altos de rendimiento y no sufrió embistes de Morón aun con un hombre menos durante mas de un tiempo por la roja directa que vio Daniel Franco
En lo que marcábamos de la intención, el equipo de De La Riva fue paciente para buscar los espacios, trató de no rifar la pelota, tuvo en Barale y Vicente dinámica, Lorefice-Zeballos distribución clara del balón y un primer tiempo fulgurante de Oswaldo Blanco, que se llevó por delante a toda la defensa visitante, generó la falta del primer tanto, fue ovacionado por la gente en la tribuna e insultado por sus rivales a partir de sus lujos, que vale decirlo, los tira desde el minuto cero y no cuando su equipo ya está ganando
Esa prolijidad se plasmaba en tenencia de pelota y buena circulación, faltando un poco mas de Soriano en la primera parte, pero con la apertura del marcador en el amanecer del cotejo, todo fue más fácil
A los 8, Vicente sacó un centro que tenía como destinatario a Martínez en la maniobra preparada; el rebote en el área benefició a Juan Pablo Segovia que de zurda la clavó contra el palo izquierdo de Migliardi. Se sacó rápidamente los nervios el local y planteó el cotejo a su merced.
Bien parado en el fondo con Martínez y Segovia como estandartes era poco lo que le dejaba a hacer a un Morón con pocas hojas en el libreto ofensivo, sin un conductor claro y solo tirando algunos centros desde los costados. Gagliardo no sufría, Oswaldo era temible y así corría un primer tiempo donde de menos a mas, el de Lomas justificaba la diferencia
A los 40 minutos, Franco salió lejos y le propinó una fuerte patada al volante del “Gallo” que deparó en la roja directa. En esa maniobra se le puede dar la derecha al árbitro, el problema es que no midió con la misma vara el castigo de Otermín, Granero y Mayola contra Blanco minutos antes.
Sin sufrir sobresaltos y con el segundo tiempo en marcha, De La Riva (que se había ido expulsado), movió las fichas, puso a un correcto y sólido Maxi García y lo sacó a Belforte, al que le costó tomar las riendas del equipo
Una de Akermán que tapó seguro Gagliardo de un lado y un zurdazo de Soriano que cacheteó Migliardi al córner, fueron lo mas incisivo hasta que Los Andes pudo liquidar el pleito.
La visita era un manojo de voluntades que iban ciegas hacia delante y un error en la salida, el capitán y baluarte de este “Milrayitas” sentenció la tarde del Gallardón. Soriano a los 24 minutos robó en la mitad, transportó, lo vio a Migliardi adelantado y se la picó; la pelota detonó el travesaño y en el rebote, el mismo delantero que anticipó a toda la defensa rival solo tuvo que fulminar al uno para el 2-0 final.
Premio a un jugador que no lució, pero que por momentos es un entrenador dentro de la cancha.
Fueron los cambios y las necesidades del equipo de Grana quienes se hicieron protagonistas del cotejo hasta el final, que pitó un Gutiérrez de flojo desempeño
Auspicioso debut del Club Atlético Los Andes que siembra la ilusión que deberá cosechar semana a semana, partido a partido. Lo positivo sería que este sea solo el piso de lo que puede dar este equipo y que fechas a fecha siga creciendo desde lo colectivo, donde hay una clara idea regada por el técnico, como así también en lo individual, donde varios se destacaron y lo pueden hacer mejor.