Los Andes perdió 3-2 en Mataderos ante Chicago, luego de ir ganando 2-0. Primer tiempo casi perfecto con dos goles de Ricardo Vera, y complemento donde se replegó, y se lo ganaron en el final con fallos muy discutidos de Gonaldo.
A los 14 segundos el “Chipi” marcó el primero tras pase de Bevacqua. Error de Escudero y segundo del ex Almagro. Montenegro en el final del primer tiempo, aparentemente adelantado puso el 1-2. Acosta luego de que la bajara Gómez el empate y de penal, “Gomito” tras una supuesta mano de Bravo entrenó el resultado final. Bien Nardiozza en la lectura de los cambios, aunque no dieron rédito por el rendimiento de los ingresados. Hay un tema físico alarmante.
Desde distintos tipos de ángulos se puede analizar este Chicago 3-2 Los Andes. En cuanto al resultado, es un gancho al mentón de las aspiraciones “Milrayitas” de llegar al reducido, porque ganando 2-0, y metiéndose con ese resultado entre los cinco primeros, pasó a quedarse con las manos vacías en el final
Del otro lado, sacarle tres puntos a Atlanta, ser el único líder y finalizar abrazando el triunfo, cuando se las veía negra, es el mejor escenario para quien comanda las acciones en la divisional.
En lo que respecta a las jugadas de gol, no hay tantas diferencias, porque más allá de lo anotado por uno y otro en la red, los arqueros tuvieron que esforzarse de manera parecida. En la primera mitad un tiro de Melo a quemarropa, el tanto de Montenegro y algunas serias aproximaciones contra los goles de Ricardo Vera.
En el complemento un contragolpe del “Chipi”, otro de Blanco y estando 2-1 el tiro en el travesaño de Soriano que podría haber cambiado la historia, contra los dos gritos de Mataderos y algunas jugadas mas que no llegaron a tener demasiado riesgo.
Pero hay varios puntos que son claves en el análisis general. El primero, el dominio, la intención, el no renunciar y el salto de calidad que tuvo Chicago en Gómez, asistidor del segundo gol, cuando cabeceó hacia Acosta. Generador del supuesto penal ya que metió la pelota en el área cuando así lo demandaba el contexto, y dueño del equipo hasta a veces apareciendo poco. Con laterales que fueron todo el cotejo, por momentos suicidándose defensivamente. Con Melo y Barbona moviéndose, Farías equilibrando y Montenegro siempre latente, sumado a la entrada de Acosta.
Del otro costado, un equipo de Nardozza muy inteligente en el planteamiento, sacando diferencias desde el vestuario, con Vera intratable, Bevacqua yendo, siendo desequilibrante, pero además dando una mano en defensa, y futbolistas como Lorefice, Zeballos, Segovia, Bravo, Franco y Martínez que tuvieron una primera mitad por encima de la media, sobresaliente.
Ahora bien, en el complemento hubo un retroceso importante, por varias razones. La primera el rival, que te metió; la segunda que alarma es el estado físico y las lesiones, porque de las tres variantes, una es táctica (Blanco por Noriega), la segunda por cansancio (Soriano por Vera) y la tercera pedida (Zeballos afuera, Barale adentro), cuando se podría haber esperado mas tiempo para las modificaciones y enfriar así el trámite. Pero este Los Andes no aguanta luego de los 30 y se va desmoronando. Terminaron Pajón, Bevacqua, entre otros, extenuados.
Los cambios no ayudaron, porque Blanco tuvo una tarde para el olvido, no aguantó el balón, perdió todo, no generó infracciones, tuvo un mano a mano que tiró por encima del travesaño y no decidió correctamente. Oswaldo fue muchas veces la llave del triunfo, pero en esta ocasión estuvo errático
Y Soriano que en vez de estar cerca del escenario donde mas se siente a gusto (pegó una pelota en el travesaño) deambuló tratando de esforzarse en la marca, cuando el negocio era que oxigene al equipo. Se lo ve debilitado físicamente, no gana en el cuerpo a cuerpo y no pudo entregarle a Los Andes lo que se necesitaba para soportar las embestidas rivales.
Lo último, en la profundización, fueron las jugadas polémicas. El primer gol cuando parte el centro, Montenegro parece estar adelantado aunque es discutida. Luego de ello recibió y ajustició a Gagliardo. El penal es para analizar, muchos dicen que no hay mano intencional de Bravo a los 48 del complemento, pero la realidad es que cuando planteás la “guerra” en algunos escenarios, sabes que esto te puede pasar.
Los Andes no logra dar ese salto de calidad que si tuvo Chicago para dar vuelta la historia, para ser el puntero, para soñar con el Ascenso. Los de Nardozza se deben conformar con ese primer tiempo, analizar porque se mueren físicamente en cierto lapso de partido, y ver algunas individuales que a 29 fechas de haber arribado aun no entregaron lo que se preveía.
Todavía puede pensar en el cuadrangular, matemáticamente no está lejos, pero estos son golpes que te hacen caer a una realidad desdichada, que no queremos ver, pero que cuando hay que ganar ciertos cotejos bisagras, siempre hay un “pero” o un “mira si”, la pelota de Soriano entraba, “mira si” no cobraba el penal, “Mira si” lo definía Vera, o lo liquidaba en el primer tiempo. Como decía Perón “La única verdad es la realidad” y esta manifestó que en Mataderos, Los Andes otra vez no pudo contra Chicago.