Los Andes le ganó 1-0 a Platense con el gol de Noriega a los 6 minutos.En tanto, Acassuso hizo lo mismo en Berisso y el campeonato se define entre dos equipos. Se verán las caras el próximo sábado, en Vicente López.
Los de Lomas eran arrolladores hasta el parte de 10 minutos por una pelea en la tribuna donde la Policía solo miró. Lorefice la figura. El cabezazo del goleador fue demasiado para el arquero Desábato.
Era clave para este Los Andes volver al triunfo en el campeonato por varios motivos que se precedían, y por algunos que fueron apareciendo en una tarde de lunes que tuvo vaivenes en el clima. Primero la sofocación y el sol, luego el viento que varió, las nubes que aparecieron, la lluvia que era inminente, pero que solo fue una amenaza que nunca se concretó.
El equipo de Nardozza debía ante Platense cortar la racha de tres empates seguidos en casa, dos en el campeonato, y una semana donde San Carlos y Acassuso le habían descontado quedando a cuatro.
Justamente, en Berisso, algunos de los dos iba a ceder unidades y por ende, era determinante sumar de a tres.
Pasó lo que debía suceder en Lomas, Los Andes ganó, con sufrimiento, marcando un gol en el inicio, siendo muy superior a un pálido Platense, pero siendo perjudicado por el parate que tuvo como actores a los mismos de siempre generando violencia.
En el Genacio Salice, sucedió lo que no se quería. Ganó Acassuso, mantuvo esas cuatro unidades y sacó decididamente a San Carlos de la pelea, haciendo del sábado un encuentro determinante para la Zona “B”, donde solo podrán luchar hasta el final dos equipos.
El inicio fue demoledor del local. Presión alta, con Lorefice como abanderado, Galeano indisciplinado tácticamente se mostraba en cualquier sector de la cancha, y tanto Vera como Cisterna eran pistones para abrir la defensa.
Así, a los 6 minutos, Galeano en la izquierda, enganchó para la diestra, tiró el centro y el de siempre, Ale Noriega metió un cabezazo certero, al lado del palo izquierdo para hacer estéril el vuelo de Desábato.
Se sacaban los nervios y las presiones de encima., había un solo equipo en el campo de juego, hasta que en las tribunas empezaron los movimientos feos. Primero insultos, luego piedrazos, y suspensión momentánea, dado que La Policía no solo no daba garantías, sino que hasta parecía cómplice de la situación.
Era increíble ver a Gagliardo, Lorefice y otros jugadores implorando que se detengan porque era algo perjudicial en todo sentido para Los Andes, no solo en posibles sanciones, sino porque era el mejor momento del equipo.
Con la “tranquilidad” que comenzó a reinar, el trámite como el clima cambió un poco. Del sol al viento, del calor insoportable, a los nubarrones que avanzaban. Platense quiso salir, los de Nardozza eran mas pero no tan apabullantes, y se terminaba el primer tiempo con una maniobra que recorrió toda el área chica visitante, Noriega no pudo y al “Chipi” Vera se la sacó el arquero del ángulo.
En el complemento para el hincha neutral fue un encuentro pobre, con un tiro de Morgantini que sacó Gagliardo, un remate de Zeballos descolgada del ángulo, y un testazo de Vega a las manos del uno de Lomas.
Pero los nervios, la tensión de adentro y afuera, el torbellino que parecía se venía con agua incluida y el saber que Brian Romero había decretado la victoria de Acassuso, eran condimentos para tener un dramático final, un desahogo tras el pitazo de Giménez.
Los Andes hizo bien los deberes, se sacó una pesada mochila de encima, y ahora, irá a Vicente López el sábado a las 19:05Hs, sabiendo que un triunfo comienza a cerrar la historia, un empate lo encamina, y una eventual derrota, lo complicaría desde la cabeza, aunque seguiría un punto arriba del único que le puede arrebatar el sueño.