Los Andes venció 2-1 a Chacarita en el último minuto con gol de Fernando Gutiérrez, paradójicamente en el arco que da a esa calle. El “Milrayitas” viene de racha contra el “Funebrero”
Abrió la cuenta Galeano a los 24 minutos con un fulgurante remate. Lo igualó Aliendro cuatro mas tarde. Cuando se moría el encuentro, la tocaron los tres cambios de Nardozza y definió abajo del arco el ex Patronato.
Por muchas razones será una victoria muy recordada en Lomas de Zamora la de la tarde del lunes en San Martín.
Desde los números, porque los tres puntos le permiten a Los Andes volver a la zona del reducido, y ganar de visitante por segunda vez en el campeonato (la anterior hace casi una rueda en Achirense ante Juventud Unida).
Desde el trámite del juego, porque luego de un interesante primer tiempo, el ritmo fue cesando, y en un complemento opaco, Chacarita había insinuado un poco más.
El condimento especial es que terminas ganando en una de las últimas maniobras, con el suspiro final.
La historia es otro atenuante, dado que siempre hubo esa sensación de clásico entre “Funebreros” y “Milrayitas”. El dato es que en este pasado reciente hay recuerdos de tres triunfos en el Gallardón (2-1 / 5-1 y el de la rueda pasada 1-0 con gol de Zeballos), y también alegrías en Villa Maipú, donde con el “Nene” Díaz fue halago 2-0, tras ello, un empate con el cabezazo final de Soriano y hoy, donde se repite la historia.
Como en el encuentro pasado se puntualizó acerca de la estructura inicial y los cambios que no dieron rédito, esta vez el punto a favor para Nardozza, por un buen primer tiempo de la dupla Córdoba-Noriega, que jugaron con espacios y los aprovecharon, mas las modificaciones del complemento, Vera, Olivares y Gutiérrez, que definieron la historia.
Un comienzo vertiginoso, con debilidades defensivas de ambos lados, y virtudes en ataque, que propiciaban llegadas de gol.
Galeano por derecha era un dolor de cabeza para Mariascurrena que no lo podía parar. Además, el binomio ofensivo tenía campo y tiempo para trazar diagonales, moverse a espaldas de los laterales, y pivotear para el arribo de los mediocampistas que tenían la cancha de frente.
Del otro lado y siempre con Manso como comandante, los de Biggeri utilizaban las bandas, con el movedizo Aliendro para complicar.
el “Piojo” tuvo la primera luego de una maniobra combinada y un cabezazo, pero “san” Gagliardo siempre aparece por San Martín.
La sensación era que el monopolio podía ser de Chacarita, pero Los Andes con espacios era más punzante.
A los 24 minutos, picó perfecto Córdoba a las espaldas de Paredes, tiró un centro al segundo palo, y Galeano de volea le tiró el arco para atrás a Taborda para el 1-0.
“Ponga huevo y Chaca ponga huevo” sonaba desde los cuatro costados, esa presión por el mal momento “Funebrero”, y la idea que el correr de los minutos iba a beneficiar a la visita.
Pero rápidamente tras una gestación desde la izquierda, Buter soportó la embestida de García, y se la cedió a un Aliendro que de zurda estampó el empate .Cuatro minutos le duro a los de Nardozza la alegría de abrir el tanteador.
Desde la media hora hacia el final del acto inicial fueron imprecisiones, con poca profundidad, y escasas situaciones de gol.
La tónica del arranque del complemento fue la misma, con un Chacarita estando mas en el terreno de los de Lomas, pero sin chances concretas.
Nardozza puso a Olivares por Cisterna, pero segundos después se lesionó Galeano y eligió a Gutiérrez para reemplazarlo.
Los cambios fueron lógicos, Vera por Córdoba, a esperar, y encontrar resquicios de contra.
En tanto el conjunto de Biggeri con esa necesidad de cortar la racha, intentó con pocas ideas en cuanto a la elaboración (eso depende solo de Manso parece), pero con actitudad. Aliendro se infiltró con un terrible cabezazo que sacó Gagliardo, quien en la jugada siguiente voló para tirarla al córner.
Un conglomerado de jugadores, un tiro de Paredes, y la zambullida del lateral hacían notar que era el local quien se aproximaba, aunque el empate le quedaba bien al cotejo.
Pero primero “Chipi” Vera avisó y luego, las variantes de Nardozza generaron la mejor jugada del segundo tiempo, que terminaría en este triunfo bisagra.
A los 43 minutos, Gutiérrez la empezó, abrió a la derecha para Vera, que se la entregó a un Olivares entrando al área; cuando todo hacía pensar que “Maravilla” le pegaba directo al arco de Taborda, la puso al medio para “Guti”, que siguió la jugada y la empujó al gol.
Como aquella tarde de Achirense, otra vez las tres variantes la tocaron para estampar una victoria trascendental, porque es un clásico, porque te deja en el Reducido, y porque paradójicamente, Gutiérrez, hizo el gol en el arco que da a la calle Gutiérrez.
Por Nacho Filone