La data de la muerte del cuerpo hallado el 10 de octubre en el predio del Obispado de Lomas de Zamora, cuya identidad aún no pudo ser verificada, es del mes de agosto de este año.
Así lo indicó un estudio solicitado por la Fiscalía que trabaja en el caso. De todos modos, se esperan los resultados de otras pericias.
Gerardo Semisa, agente fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, informó que el estudio realizado contempló un análisis de las larvas en el cadáver, que arrojaría que la muerte fue “no inferior a 60 días de su hallazgo».
Semisa aclaró que no se trata de un análisis “concluyente” porque “aún falta analizar material biológico que permita profundizar esa pericia”, según informó Info Región. Hasta este momento, los pesquisas presuponían que el hombre había muerto entre octubre de 2014 y abril de 2015; es decir, entre seis meses y un año atrás.
Aún resta que se den a conocer los resultados de otros dos estudios: por un lado, el de carácter biológico que se realizó sobre los dos “cobertores” dentro de los cuales fue hallado el cadáver, con los que se buscará demostrar si existen restos de ADN distintos al de la víctima en la superficie de ambos materiales a fin de determinar si existieron “manipulaciones” de terceros sobre el cadáver; y, por otro, la pericia balística que buscará comprobar con qué arma se efectuaron los cuatros balazos presentes en el cuerpo.
“Las pericias son fundamentales, porque con ellas se puede llegar a determinar la identidad y a partir de ahí un móvil concreto”, comentó el representante del ministerio público.
El fiscal indicó que siguen buscando determinar quién era. Es por esto que las manos del cadáver serán sometidas a un análisis de huellas dactilares. “Con ellas se hace una reconstrucción que podría ayudar a establecer su identidad. Calculo que para esta semana puede haber alguna novedad”, explicó.
El cuerpo fue hallado el sábado 10 de octubre en un predio de 15 hectáreas pertenecientes al Obispado de Lomas de Zamora, ubicadas en el cruce de las callesFacundo Quiroga y Capitán Giachino, en Santa Catalina.
Según había precisado Semisa, “se realizaban trabajos de relleno sobre la laguna de Santa Catalina”. “Para ello, se habían traído tierra desde Capital Federal, sobrante de unos trabajos en las líneas de subterráneos. En los últimos meses, se trajo también, pero de zonas más cercanas al predio, tierra que habría aportado el municipio de Lomas de Zamora, por lo que el cuerpo habría venido en esos movimientos”, apuntó tras el macabro hallazgo.