El Tribunal Oral en lo Criminal 8 entendió que es penalmente responsable por el crimen de Susana Leiva, quien fue golpeada, acuchillada, quemada con cigarrillos y estrangulada. Había admitido que escondió el cadáver en el pozo ciego de la vivienda que compartían en Temperley.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, presidido por Nicolás Amoroso e integrado también por Alejandro Sgarlatta y Gustavo Ramilo, condenó a Alberto Ponce a prisión perpetua, por el delito de «homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y convivencia que mantenía con Susana Leiva y por femicidio», ya que el crimen se cometió en un contexto de violencia de género.
El fallo fue resuelto de manera unánime por los jueces, quienes rechazaron el pedido del abogado defensor Sergio Tenuta de declarar inconstitucional la pena de prisión perpetua, y que a Ponce no se lo condene a una pena superior a los 30 años.
La desaparición de Susana fue denunciada por la familia el 19 de julio de 2013 y su cuerpo fue hallado el 24 de ese mes en la cámara séptica de la vivienda que compartía con Ponce, ubicada en Blanco Encalada al 200, Temperley. Ponce fue arrestado a las pocas horas del hallazgo.
Susana fue estrangulada, recibió cuatro puntazos en el abdomen, golpes en el rostro y su cuerpo presentaba quemaduras de cigarrillo, según confirmó la autopsia practicada al cuerpo. Era mamá de un bebé de 1 año y un pequeño, fruto de una relación anterior a la de Ponce, que al momento del crimen tenía 10 años.