El equipo de Falcioni mostró su mejor versión y derrotó 2-0 al Ciclón con goles de Rodríguez y Sarmiento de tiro libre. La revancha es el martes 13/09 en el Nuevo Gasómetro.
El escenario en el Lencho Sola era especial por el simple hecho del retorno: Banfield volvía a jugar una copa internacional después de seis años. Atrás quedó la debacle institucional y el descenso, y aunque el presente del Taladro no es el ideal, poder jugar la Copa Sudamericana generaba emoción en los hinchas. Sin embargo, la temprana eliminación en Copa Argentina a manos de Godoy Cruz, que mostró a un Banfield muy pobre en lo futbolístico, generaba incertidumbre. Más cuando el rival era de fuste, como el renovado San Lorenzo de Aguirre. Pero Banfield mostró todo lo contrario a la caída con el Tomba, al mejor estilo Falcioni borró de la cancha al Ciclón y sacó un excelente resultado de cara a la revancha en el Bajo Flores, dentro de dos semanas.
Ya desde el inicio se podía ver a un Taladro muy activo, rompiendo la salida de San Lorenzo desde el fondo, obligándolos al pelotazo frontal que resultaba pan comido para la sólida defensa del local. Con Brian Sarmiento (que fue duda hasta el último momento) como eje del juego, a Banfield le tomó menos de cinco minutos ponerse arriba con un certero cabezazo del Corcho Rodríguez tras centro de Erviti al corazón del área. Los posteriores quince minutos al gol fueron todo de los locales, que dominaban a un San Lorenzo que no sabe todavía cómo reemplazar a Ortigoza, ya que Mussis tiene otra función y Belluschi y Blanco no terminan de hacerse cargo de la conducción, por lo que se termina abusando del pelotazo a Cerutti. Pero Banfield no pudo meter otro gol y el Ciclón empezó a crecer, generando chances muy claras de gol a través de sus laterales, Corujo y Más, pero que Hilario primero y Matheu después, evitaron. Y justo en el peor momento de Banfield, cuando se le venía encima su rival buscando el empate, volvió a aparecer Sarmiento, ésta vez de tiro libre, para ampliar el marcador e irse al descanso con un excelente resultado, impensado para muchos.
En la segunda mitad quizá la mayor noticia haya sido la ausencia de la barra en las tribunas en medida de protesta por la detención de dos de sus referentes que por lo ocurrido en el campo de juego. Y es que los últimos 45 minutos estuvieron de más, porque cuando Banfield no pudo concretar el tercer gol cerró la persiana y terminó de anular a un San Lorenzo tibio, sin reacción ni rebeldía, salvo en Cerruti, Corujo, y en el buen ingreso de Tino Costa (alternativa a tener en cuenta para reemplazar a Ortigoza). El Taladro (ingresaron Sporle, Bertolo y Remedi), sólo sufrió en los últimos minutos, donde Hilario, Matheu y Prósperi (el mejor de los refuerzos en cuanto a rendimiento) registraron salvadas heroicas para evitar un gol de visitante que hubiese modificado enormemente el panorama. Hay que destacar además el gran despliegue sin pelota de Silva y Sperdutti, que no pararon de correr al igual que el tándem Cobo-Erviti, que sacaron piernas de donde no tenían para aguantar el embate final Cuervo.
Así, el equipo de Julio César Falcioni redondeó un partido perfecto en cuanto a resultado y en lo anímico, pensando no sólo en la revancha el 13 de septiembre, sino también en el partido del domingo frente a River, por el demoradísimo comienzo del Torneo Argentino de Primera División.
Banfield mostró una cara completamente diferente a la ofrecida por Copa Argentina. Quedará ver cuál de las dos facetas predominará éste semestre
Nacho Calvo Ronzoni