«Anahí estaría viva si la Justicia hubiera reaccionado adecuadamente ante el aviso». Con esa dura sentencia comienza el texto mediante el cual Katia Documet Silva relató en Facebook el episodio de acoso que vivió a manos de Marcelo Villalba, el principal sospechoso por el femicidio de la adolescente.
En abril, mientras caminaba por Pellegrini al 1200, a pocos metros de la esquina con Juncal, la mujer fue manoseada por Villalba.
«Reaccioné pidiendo ayuda y defendiéndome como pude a carterazos», cuenta Katia detallando que el hombre fue detenido al instante por personal policial que estaba en las inmediaciones.
Después de formalizar la denuncia en la Comisaría 15°, se dispuso una audiencia judicial para el día siguiente. Sin embargo, tal como expresa la mujer «allí todo cambió»: la hicieron cruzar tres veces con su agresor a pesar de que ella había pedido que no lo hicieran, y lo dejaron en libertad momentos después.
«Me hicieron sentir que los estaba molestando por una pavada», se lamenta Katia recordando que antes de salir Villalba pasó al lado de ella «con una sonrisa altanera».