El anuncio fue realizado ayer por el presidente de la institución, Alberto Lecchi, quien calificó a la sentencia recibida por el jugador como un tema “doloroso, complejo y aberrante”. “Él tenía derecho a trabajar y uno a no presumir”, justificó, sobre la renovación reciente de contrato que firmó el cordobés.
El presidente de Temperley, Alberto Lecchi, brindó ayer una conferencia de prensa para exponer la posición que tomará la institución con respecto a la sentencia de seis años y medio de prisión que recibió el defensor Alexis Zárate, por abuso sexual sobre Giuliana Peralta.
En ese sentido, el mandatario describió la situación actual: “Lo licenciamos y durante esta semana trataremos, con tranquilidad, de hablar con todas las partes. Hay que tomar contacto con AFA, Agremiados, Independiente (dueño del pase), y ver cómo fortalecer al club tomando una medida para no afectar al equipo”.
“Por el momento no puede venir a entrenar. La sentencia es un tema doloroso, complejo y aberrante, pero hoy el jugador tiene contrato con el club y está en libertad, por lo que tenemos que ver cómo instrumentar las cosas si se decide que no juegue más”, manifestó el dirigente, en diálogo con los medios.
Luego de la resolución que recibió el defensor del Celeste, desde la Comisión Directiva se determinó que no integrara la nómina de convocados para el cruce que el primer equipo disputó el lunes frente a Rosario Central, en el cual se perfilaba entre los 11 elegidos por el entrenador Gustavo Álvarez.
En consecuencia, el presidente justificó la permanencia del profesional en el club, hasta el momento en que llegó la sentencia: “No estaba condenado. Él concentró porque los abogados del club marcaban que existían chances de que fuera absuelto, así que no había por qué negarle el trabajo. La decisión de que no estuviera el lunes se tomó antes del mediodía”.
“Deportivamente tuvo una conducta intachable y es titular para el cuerpo técnico, por lo tanto, mientras no hubiera ninguna sentencia el jugador tenía derecho a trabajar y uno a no presumir”, agregó el directivo.
Asimismo, el máximo dirigente del Gasolero se refirió a las repercusiones internas que generó el caso para los integrantes de la institución: “Tenemos la convicción de defender la familia dentro del club, y futbolísticamente tratar de que el equipo esté unido. Hasta ahora así lo era y ello nos hacía fuertes para pelear en la Superliga”.
A la hora de tomar una determinación como la que debe afrontar la cúpula dirigencial de Temperley, aparecen diferentes intereses y opiniones, por lo que llegar a un acuerdo entre todas las partes será una ardua tarea, tal como lo indicó el mandatario.
“Será una decisión sobre un tema muy sensible que puede traer rupturas dentro de la Comisión Directiva, hay una cuestión ética y moral que surge de cada uno. Por lo tanto, hay posibilidad de que surjan problemas internos”, finalizó Lecchi, en charla con los medios.