Ayer se cumplieron cuatro años de la desaparición de Érica Soriano y se llevó a cabo un acto en Villa Adelina para conmemorarla y reclamar justicia.
La desaparición ocurrió el 20 de agosto de 2010 en el que Érica desapareció de la casa de su madre en Villa Adelina. Cuando se dio inicio a la investigación, la mirada fue puesta en su entonces pareja Daniel Lagostena y su entorno. De hecho, estuvo detenido pero por un “error técnico” fue liberado a fines de 2012. La causa había sido caratulada como “averiguación de paradero”, pero se modificó a “homicidio simple y aborto en concurso ideal, en el contexto de violencia familiar”.
La familia Soriano presentó un pedido para detener a Lagostena pero la Suprema Corte de Justicia bonaerense lo rechazó.
La familia está a la espera de que la causa sea finalmente elevada a juicio. El pedido lo hará el fiscal Gerardo Loureyro de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 7 de Lomas de Zamora al juez de Garantías, Gabriel Vitale.
“Sabemos que Lagostena va a llegar a juicio tarde o temprano pero nosotros junto a nuestro abogado queremos apurar los tiempos porque hace ya cuatro años que mi hija desapareció y no queremos otros cuatro más para un juicio”, remarcó Esther, la madre de Érica.
La madre de Érica definió que “no es aislada” la desaparición de su hija en 2010 y destacó que no la sorprende este hecho puesto que responde a “todo lo que pasa por estos días”.
“Érica no es a la única que desapareció. No protesto porque la manifestación no sirve pero si cada uno tiene que hacer algo desde el lugar que le corresponde y por eso cree la fundación”, completó Esther.
Con motivo de los cuatro años de la desaparición de Érica, su familia realizó un acto ayer por la noche en Villa Adelina.
Arrancó minutos después de las 19 en Avenida de Mayo y La Madrid. Ese fue el punto en el que comenzó una recorrida por el barrio hasta llegar al Club “La Calandria” donde amigos, familiares y allegados disertaron sobre la problemática de la violencia de género.
“La intención es concientizar a la gente para recordarla no solo a Érica, sino lo que le pasó a ella. Quiero ser un espejo y dejar un mensaje para qué la gente vea esta triste realidad y ponga manos a la obra. Si uno no es consciente, nunca se podrá solucionar este tema”, recalcó Esther.