Los tres delincuentes que agredieron y le provocaron la muerte al custodio del vicepresidente Amado Boudou el jueves por la noche en Temperley permanecen prófugos, aunque son intensamente buscados por efectivos de la Policía Bonaerense.
En tanto, la Justicia continúa reuniendo las pruebas y testimonios para determinar si se trató de un violento intento de robo o si los tres hombres que se movilizaban en un Peugeot 206 fueron directamente a matar al efectivo de la Policía Federal Miguel Ángel Cisbani, de 50 años.
Luego de ser velados en la cochería Lasalle, ubicada en la avenida Yrigoyen, frente a la Plaza Grigera, los restos de Cisbani fueron trasladados al crematorio de un cementerio de Conurbano.
Hasta el momento, los investigadores policiales sospechan que los agresores no son delincuentes de la zona de San José, en Temperley, en donde vivía y murió el policía.
Por manchas de sangre encontradas cerca del lugar, se estima que hubo un breve pero intenso tiroteo, en el marco del cual Cisbani logró herir a uno de los delincuentes.
Los tres delincuentes lograron sacarle la pistola Glock que llevaba el policía pero no se llevaron su mochila. Este dato es el que hace sospechar a la Justicia acerca de la posibilidad de una agresión directa a Cisbani, sin intención de robo.
En la causa interviene la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de turno del Departamento Judicial Lomas de Zamora, a cargo de Fernando Daniel Semisa.
Cabe recordar que Ciudad Animal había adelantado en exclusiva que Miguel Angel Cisbani era padre de cinco hijos y se desempeñaba desde 1996 como custodia de distintos funcionarios del Ministerio de Economía de la Nación. En esa tarea, en 2008 mantuvo un tiroteo con un par de jóvenes delincuentes que intentaron asaltar al entonces ministro de Economía, Roberto Fernández. En circunstancias, uno de asaltantes terminó muerto.
Además, Cisbani era el presidente del Club Social y Deportivo Ituzaingo, una entidad ubicada en Iriarte al 1300, en el barrio de Villa Galicia, en Temperley.